Tips para enseñarles a tus hijos a ser incluyentes y valorar la diferencia
Cuando hablamos de valores, el hogar es la mejor escuela. Te damos algunas ideas para enseñar a tus hijos a ser incluyentes y valorar la diferencia.


A veces nos preocupa enseñarles a los hijos a leer y a sumar, y se nos olvida que nuestra misión como padres es enseñarles lo que no se aprende en todas las escuelas. Los valores familiares como la inclusión, el respeto por la diferencia y la consciencia de que todos somos únicos, son valores prioritarios en tiempos sin fronteras.
1. Culturas, fiestas y creencias diferentes
Las experiencias en las que estamos inmersos como familia, son excelentes oportunidades de aprendizaje. Por ejemplo, la cultura a la que pertenecemos, las fiestas que celebramos, las creencias que practicamos, se convierten en la excusa para contarle a nuestros hijos que hay personas que no celebran algunas fechas como nosotros, o que creen en otros dioses y filosofías.

2. La misma dignidad, diferentes habilidades
Los niños, descubren a muy temprana edad cuáles son sus gustos y sus habilidades, y de manera natural se comparan con sus pares. Esta es una oportunidad para enseñarles que siempre encontrarán personas más hábiles que ellos en ciertos aspectos, y menos hábiles que ellos en otros. Lo fundamental es mostrarles que tener más o menos habilidades no nos hace superiores ni inferiores a nadie.

3. Todos crecemos con diferentes oportunidades
Ir al colegio o a la universidad, tener un juguete, o acceder a ciertos servicios, a veces se convierten en oportunidades que los niños asumen como naturales. Y es importante contarles que no todos tenemos las mismas oportunidades, que hay personas con necesidades no resueltas, y otras personas con exceso de privilegios. Pero ni las unas ni las otras, están determinadas por la cantidad de dinero que poseen o por los títulos académicos que adquieren.

4. Valores cotidianos y permanentes
Como papás a veces nos movemos entre las prioridades de qué valor enseñar primero, y es posible que en cada familia esa escala sea diferente. Lo clave en cada caso, es ser conscientes de que los valores se establecen en el hogar para confirmarse en los demás escenarios sociales, así que no es responsabilidad de la escuela ni las amistades, sino de las familiares y los padres.

En cada conversación en la mesa y en cada libro que leemos con nuestros hijos, existe la oportunidad de sembrar un mensaje de empatía, solidaridad, consciencia y amor que les durará para toda la vida.
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